Así prosigue la puesta en marcha del equipo al que su entrenador, Carlos Burillo, está tratando de poner progresivamente en las mejores condiciones posibles para el inicio de la temporada.
Por el momento, la buena noticia es que ninguno de los jugadores se ha lesionado aunque la carga de trabajo que llevan acumulada les provoque el consiguiente cansancio. Fatiga física que irá mermando cuando los entrenamientos declinen una opción más cercana al toque de balón y en el físico, a la velocidad.
Con todo ello, el equipo caspolino afronta el próximo sábado en la Rías de Mequinenza, a partir de las ocho de la tarde, el primer partido amistoso de agosto que debe servir para ir componiendo el once ideal con el que jugará la próxima temporada.
Carlos Burillo quiere llevarse a Mequinenza a la totalidad de la plantilla aunque son bajas seguras, Dani Castilla por trabajo y Marian por motivos particulares.