El Sabiñánigo tenía más la posesión del balón pero no nos hacían daño y nosotros en robos sí que les podíamos generar situaciones de peligro.
La segunda parte ha sido más de lo mismo. Hemos marcado el uno - dos, al momento nos han hecho el dos – dos, y entonces es donde creo que hemos dejado de competir.
Eso es lo más triste porque un equipo que tiene que agarrarse a un resultado, incluso a un punto, de una forma tan evidente como la nuestra y que necesitamos los puntos, pues ese gol ha sido un mazazo.
Al momento ha venido el tercero en una transición defensiva que hemos hecho muy lenta y con muchos jugadores descolgados, y a partir de ahí, lo hemos intentado pero ya no atesorábamos la frescura que teníamos en los sesenta minutos anteriores.
En definitiva, un partido que con un poquito más podíamos haber podido sacado algo más positivo.