Acertada metáfora del momento por el que atraviesa el equipo de Carlos Burillo máxime cuando la frontera de la salvación se le ha puesto a ocho puntos y solo restan veintiuno para la conclusión del campeonato liguero.
Es norma en los previos de los partidos fijarse en los números y en este caso más si cabe puesto que matemáticamente todavía no está dicha la última palabra. Y a una clara y tangible pronunciación debe agarrarse la plantilla caspolina si quiere encontrar su bombona de oxigeno y seguir apurando las opciones de permanencia.
Pero el Club de Fútbol Illueca no brinda la mejor de las opciones posibles. Con un único partido perdido en casa esta temporada y seis meses sin conocer la derrota, el conjunto illuecano basa su actual clasificación en la solvencia acumulada en el Papa Luna además de los puntos sumados en sus salidas como el empate en Caspe de la primera vuelta.
Sin opciones o con muy pocas de acceder a los puestos nobles de la clasificación, el CF. Illueca ha resuelto la temporada con un notable alto y ello puede significar, a estas alturas de la liga, un arma de doble filo que bien podría aprovechar como ventaja el club caspolino.
Por el momento, la estadística de anteriores confrontaciones marca cuatro victorias del CD. Caspe de seis partidos jugados en Tercera División. El primer encuentro entre ambos clubes tuvo lugar en la temporada 75/76 con resultado final de uno a dos y en el último, campaña 2014/15, se invirtió el signo del marcador con un, dos a uno, favorable a los locales.