Tal es la situación clasificatoria para el equipo de la Ciudad del Compromiso, que cualquier atisbo de puntuar pondría freno a la desesperanza que, según dicta la lógica, debe planear en el vestuario caspolino. Así se entiende, tras los dos partidos marrados en casa de las últimas jornadas, en ellos se han dilapidado las, de por sí, depauperadas esperanzas de poner solución a la temporada.
En todo caso, el respeto se mide y se gana en el terreno de juego y bien sea con unos guarismos u otros, digan estos lo que fuere, la representación de una camiseta no debe olvidársele a aquellos que la portan.
Esta será, sin duda, la imagen que proyectarán los jugadores de Carlos Burillo, para intentar rechazar ese mayoritario pensamiento que ronda a todo aquel que se permite cuantificar la última clasificación de la liga.
Por el momento, el CF. Utebo porta la décima plaza en la tabla con cuarenta y siete puntos y diez victorias como local, y al CD.Caspe solo le restan dos ocasiones para sumar la primera victoria lejos de los Rosales.
A todo ello se une la terquedad estadística que posiciona a los utebanos como garantes, casi unánimes, de los vientos favorables acaecidos desde la temporada 53/54, primera en la que ambos clubes tomaron partida entre sí, en un torneo liguero.