Cuatro años más tarde vuelve a vestirse de corto para el Club Deportivo Caspe pero ahora en otra faceta, la que le llevará a dictaminar, aconsejar y ser la prolongación de Carlos Burillo en el banquillo del primer equipo de fútbol de la localidad.
Nadie puede poner en duda su querencia por el conjunto de los Rosales puesto que se ha alineado en todas las posiciones del campo y ha saltado al terreno de juego enfundándose la camiseta azulona en doscientos sesenta y cuatro ocasiones, una media de veinticuatro por campaña.
Con treinta y un años emprende una nueva faceta como personal técnico del club que sin duda le enseñará la competición desde otro punto de vista y en la que podrá mostrar su amplia experiencia en la regional aragonesa.