Ayer no fue un gran partido. No se dieron las condiciones idóneas, antes de jugar, para que el Caspe pudiera desarrollar su juego o su mejor versión.
Nos pusimos el mono de trabajo pero a pesar de eso, no conseguimos sacar nada de Utrillas.
El primero que se adaptó al campo, el primero que golpeó, tuvo ventaja y se llevó el partido.
De todas maneras el equipo está trabajando fenomenal. Una primera vuelta para enmarcar y a pesar de todo el equipo cada día mejora, trabaja más, se ve que cada día somos más fuertes y muy difíciles de ganar.
Lo que tenemos que hacer, principalmente, es ser fuertes en casa. Ganar en casa el máximo número de partidos posible y luego, fuera, ir rascando y ganando partidos, y si no se puede ganar pues no perder que es lo que hacemos hasta ahora.
Donde otros equipos perdían nosotros sacando un punto, poco a poco, hemos sacado algo de ventaja.
Ganar fuera de casa no es nada fácil y hay que seguir así porque aún queda un mundo.