El equipo no dejaba signos de nerviosismo. Estábamos haciendo las cosas bien pero los partidos no acababan de salir. Nervios, la verdad, es que ninguno.
Hemos seguido haciendo nuestro trabajo y yo creo que, al final, el trabajo da resultados y era cuestión de tiempo que esa mala dinámica de empates y derrotas acabara. Ahora hay que seguir ganando.
Nos vienen dos partidos muy difíciles pero también son los bonitos e importantes de jugar.
Son rivales de alto nivel y se dejan todo ya que te puedes jugar una liga o un ascenso.
Las ligas, aunque el calendario que nos queda a priori sea fácil y los equipos que van a mitad de la tabla se jueguen otras cosas o no se juegan nada, cada partido es importante si quieres estar arriba.
Si quieres estar arriba tienes que ganar los máximos partidos posibles. Y nosotros queremos estar ahí arriba.
Ahora llevamos una rachilla mala pero bueno, ha llegado la victoria por fin.