El partido ha tenido dos partes muy diferenciadas.
La primera mitad, por ocasiones, hemos merecido muchísimo más.
No hemos estado acertados y hemos llegado al descanso con empate a cero.
En la segunda parte, el gol que han marcado les ha ayudado mucho para reafirmarse en su forma de jugar.
Nosotros hemos estado muy precipitados. Hemos tenido mucha ansiedad. No hemos sido capaces de dar el último pase. De decidir bien en los últimos metros.
El segundo gol nos ha matado. Viene precedido de un fuera de juego muy evidente que el línea no ve.
Desde ese momento hasta el final no se ha jugado nada.
Hemos perdido el partido porque no hemos sido contundentes, tanto en un área como en la otra.
Y sobre todo, porque en la primera parte, las ocasiones que hemos tenido no las hemos transformado.
Todo ello le ha dado vida al Cariñena para, en la segunda parte, tener esa pegada y llevarse los puntos.