Había dejado un mal recuerdo del campo antiguo porque por circunstancias de la vida lo cerré.
En el último partido oficial que se jugó en el Plano también era el entrenador del Teruel, y cuando llamaron para la inauguración de los Rosales, la alegría fue muy grande.
Estaba en mi pueblo, en un campo nuevo, con el campo absolutamente lleno y aparte, con un equipazo que habíamos preparado en Teruel.
Aquella temporada creo que ha sido de las mejores de la historia del CD.Teruel.
Todo eso unido al tema sentimental, porque mi vida empezó en Caspe, soy de Caspe y por avatares de la vida y del trabajo en aquel momento estaba en Teruel y entrenando a otro equipo, pues fue una ilusión para mi.
Y cuando salí a aquel campo defendiendo los colores del Teruel y tenía enfrente a los azules, pues, un poco de carne de gallina sí que se me puso.