Este campo era conocido en la regional aragonesa por el sobrenombre de "las chapas", por la valla de chapas que circundaba el rectángulo de juego y era aporreada por los aficionados cuando querían animar a su equipo o no estaban de acuerdo con alguna decisión tomada por el colegiado.
Por estar situado al lado del "Instituto de Enseñanzas Medias José María Albareda" era también usado para dar clases y desarrollar allí los juegos escolares y otras actividades deportivas.
Y abundando en este hecho, Alfredo Grañena Gavín se hace eco de las competiciones atléticas que en él se disputaban:
"Entre los años 1965 y 1975, aproximadamente, funcionó en Caspe, bajo el manto de la Tercera Orden Franciscana, el Polideportivo San Antonio.
Decenas de niños -y también niñas- comenzaron a practicar atletismo, en diversas modalidades, siguiendo una importante actividad de entrenos y competiciones.
El mecenas de aquel proyecto fue un fraile, el recordado Fray Francisco Baselga, con la ayuda de varios terciarios. Fue un proyecto transversal e inclusivo, se diría hoy, e innovador, pues en aquellos años el deporte en Caspe se limitaba a los partidos de fútbol y la actividad del Club Ciclista Caspolino.
Las competiciones, actos muy cuidados en su organización y con la pompa que la época requería (oraciones, izado y arriado de bandera), se realizaban en el campo de deportes de El Plano."