Tocan mucho más el balón y entran mucho más en el juego.
Es más fácil regatear. Más fácil defender o aprender a defender porque llegan antes al balón.
Es más fácil llegar a portería y eso hace que sea más divertido para los chavales.
Lo bueno que tiene el fútbol once es que se practica mucho la táctica.
Y también, además, entra el factor fuera de juego que se aplica desde el medio campo y eso hace que se desarrolle mucho la táctica, sobre todo, defensiva y también la táctica ofensiva para que los delanteros no caigan en el fuera de juego del equipo rival.
Es verdad que tocan menos el balón, sobre todo en estas categorías.
Siempre está esa discrepancia, entre el fútbol ocho y el fútbol once en alevines, porque los chavales son muy pequeños respecto al campo.
Y la diferencia es enorme en las porterías. Los porteros a estas edades todavía no llegan al larguero ni casi a la mitad de la portería.