El campo estuvo a rebosar en los dos partidos pero fundamentalmente en el segundo partido contra el Binéfar que, aparte del éxito deportivo, fue un éxito de ciudad, un éxito de entrega de todo el mundo enorme y los recuerdos son grandes.
Había un gran equipo que ahora lo comparo con gente que veo hasta en Primera División y apuesto que había jugadores en el Caspe que tenían capacidades y aptitudes para jugar en ligas superiores.
Del partido en Binéfar tengo una amargura grande porque lo recuerdo muchísimas veces y ahí me sentí traicionado por las circunstancias.
Entonces, no te quedas satisfecho porque hicimos un gran partido y no pudimos sacar la eliminatoria como se merecía el Caspe.