Yo iba mucho de cabeza, por arriba y cuando venía por el suelo. Siempre estaba con la cabeza para arriba y para abajo, ¿no?
Tuve una lesión y tuvieron que vendarme la cabeza y ¿qué ocurrió? Pues claro, con la cabeza vendada no podía jugar en la defensa porque ahí se tiene que despejar mucho de cabeza y me pasaron a la parte de delante, a la delantera, y por allí estaba.
Sacaron una pelota de un córner o de un centro y ahí me ves que estaba, que me venía a la cabeza y que voy, que no voy, que voy y al final metí la cabeza todo lo que pude y metí el gol.
Es el único gol que me acuerdo en mi época de futbolista.
Conseguimos los dos puntos pero no solamente fueron dos puntos. Fueron dos puntos, más, posteriormente, una vez acabado el partido, los que tuvieran que darme en la cabeza que serían dos, tres o cuatro, que no lo sé.
O sea que fueron unos puntos importantes.