No pasó nada más, nos duchamos y tal… cogimos el autobús, y saliendo de Sabiñánigo vinieron dos policías de tráfico. Hacen parar al autobús, suben los dos guardias civiles arriba y dicen, o sale el que le ha pegado al guardia civil o lo sacamos nosotros.
Mariano Gómez Callao dijo: no, no, no va a salir, vamos a ir los dos.
Total que, cogimos, y los dos a comisaría.
Explicamos lo que había sucedido y ya no pasó nada más.
Pero claro, el cachondeo en el autobús fue inmenso.
Yo no, porque recuerdo que lloré.
¡Mira! el que le ha pegado al guardia civil. El mata guardiaciviles. El no sé qué, que tal y cual… y luego por el pueblo, pues, no digamos, lo que se corrió.