En el mes de agosto, la plantilla del equipo caspolino han recibido una serie de trabajos con dos objetivos, mantener activos a los jugadores y prepararlos para la vuelta a los entrenamientos grupales.
Respecto a la pretemporada propiamente dicha y aunando los deseos del entrenador Carlos Gil, esta tendrá mucho balón en los entrenamientos al tiempo que se quiere completar con la realización de numerosos partidos amistosos.
Si todo marcha como en un principio está previsto, el último fin de semana de octubre comenzará la liga y teniendo presente la incertidumbre que produce la enfermedad de la Covid, se trata de plantear la temporada por fases sin descuidar la adaptabilidad necesaria si en un momento determinado se produjera algún parón en la competición.
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