En ese momento estaba en el banquillo de portero suplente. Le comenté a Alfredo Cucalón, si me metes arriba les reviento el partido y Alfredo Cucalón me metió en el campo.
Llegó una jugada de José Luis Bueno, me la dio con el interior del pie hacia dentro del área, la levanté por encima del portero, se quedó en el barro antes de entrar y tuve que volver para remacharla.
Fue un gol muy bonito. Fue una alegría muy grande para el equipo y para el Club Deportivo Caspe.
También me sacaron dos tarjetas amarillas y me expulsaron. O sea que fueron diez minutos en los que pasó de todo, gol, expulsión y alegría sobre todo.
Era el pase a la final porque eran las semifinales. Recuerdo que habíamos empatado en Caspe y la vuelta estábamos tres a tres que no nos servía tampoco, y marcamos el cuatro a tres en esa jugada mía.