Llegaba al campo, prácticamente, una hora antes de empezar el encuentro. Hablaba con los entrenadores de ambos equipos, esperando que dieran las alineaciones. Coger las alineaciones.
Hacía la crónica del partido, las jugadas más interesantes, los goles, todas las incidencias que se producían durante el encuentro.
Luego, en un plazo máximo de media hora, me llamaban para pasar las crónicas para que al día siguiente, a primera hora, estuvieran en los periódicos.
Había gente que leía las crónicas el lunes y luego me juntaba por la calle y me decían: ¿por qué no vas a favor del Club Deportivo Caspe?
Yo, las crónicas, las hacía viendo lo que se veía sobre el terreno de juego y si el equipo de fuera había sido superior al Caspe y se había merecido ganar, ponía que se había merecido ganar y eso parece que la gente no lo entendía.