De ahí di el salto, cuando se pudo, al Club Deportivo Caspe.
Siendo juvenil, un fin de semana me llamaron para que fuese con el CD.Caspe.
Empecé con ellos en el banquillo, saliendo algún minutillo y tal… esa temporada.
La siguiente temporada, ya sí, se plasmaron mis incorporaciones más asiduas al equipo y pude jugar algún partido más.
Una vez me hice hueco en la plantilla era habitual.
Es verdad que cuando los entrenadores vienen de fuera suelen venir con jugadores de su entorno y había que luchar por volver a coger el trono los domingos.
Pero bueno, sí, era bastante fijo.