Me acuerdo que cuando jugaba en la escuela, en el patio del colegio, era delantero y era goleador.
Pero al mismo tiempo, siempre me ha gustado tirarme al suelo y hacer cosas de estas… revolcarme, como se dice, y el gusanillo que tienes ahí, al final, ves que de lo que mejor juegas, más a gusto estás y de lo que mejor te sientes es estando en la portería. Y así fue.
Cuando empecé en los juegos escolares, la primera temporada que jugué en categoría benjamín fue de delantero.
También sucedió que los dos porteros que teníamos no pudieron estar, me quise poner en la portería y la temporada siguiente seguí de portero. Fui portero hasta que lo tuve que dejar por edad.