Entonces ya se empezaba a hacer control orientado
Sanz, Cortés, Ferrero, Espés, Lamarca y Mateo.
Joaquín Lamarca, de su estancia en el CD.Caspe, recuerda los comentarios de José Manuel Ferrero cuando controlaba el balón y las jugadas con Carlos Espés buscando aprovechar su velocidad
En algún entrenamiento, que los viernes íbamos a entrenar a Caspe. Me acuerdo que Ferrero, un central muy potente, cuando se ejecutaba un saque de banda y me lo echaban a mi, con el pecho la controlaba y la orientaba hacia donde la quisiera jugar. Y él, alguna vez, me manifestaba una admiración casi religiosa porque… vamos, no es para tanto. O con el pie que controlase el balón hacia donde quería jugarlo.
No solo era como la ley del tranvía de Zaragoza: parar, mirar, pasar. En el fútbol, entonces, esa ley aún funcionaba un poco, pero ya se empezaba a hacer control orientado, jugar el balón donde lo querías posicionar, era más velocidad lo que se le imprimía al juego.
Otra vez, con Carlos Espés, un chaval de Samper de Calanda. Un chico muy rápido, muy rápido. Le decía: vete, yo tardo dos o tres segundos en sacar y tú te echas a correr. Le centraba el balón, él llegaba al borde del área y hacíamos alguna jugada sorpresa. No sé si daría mucho resultado, no me acuerdo, pero bueno, básicamente era eso.