Esta temporada, la Tercera División estaba compuesta por veinticuatro unidades divididas en dos grupos de doce equipos cada uno.
Tres han ascendido a Segunda RFEF (Brea, Huesca B y Teruel) y ocho han descendido a Regional Preferente (Sariñena, Almudévar, Fraga, Tamarite, Valdefierro, Villanueva, Sabiñánigo y el retirado San Juan).
Quedan, por lo tanto, trece equipos en la categoría (Cuarte, Belchite, Utebo, Barbastro, Binéfar, Aragón, Illueca, Borja, Calamocha, Épila, Robres, Monzón y Cariñena).
A estos trece equipos han de unirse los cuatro que provengan de la Regional Preferente, primeros clasificados en cada uno de los cuatro grupos en competición. Lo que totalizan los diecisiete equipos que avanzábamos al comienzo.
Como quiera que desde la propia Federación Española se pretende que haya unos grupos normalizados en todas las categorías, está sobre la mesa la ampliación a dieciocho los integrantes de la Tercera RFEF de Aragón.
Ello conllevaría, o bien el ascenso de un quinto equipo de la Regional Preferente o la repesca de uno de los descendidos este año de Tercera.
Se abre, pues, una panoplia de posibilidades que no tendrá solución, al menos, oficialmente, hasta que no concluyan las competiciones todavía en vigor.