En Caspe se une mucha gente a ver los partidos y tenemos que darles la alegría de, por fin, conseguir el ascenso a Tercera.
En mi primer año, es una experiencia nueva y está siendo muy bonita. No solo en el tema deportivo.
También hemos creado un grupo humano espectacular porque, al fin y al cabo, luchamos por las mismas cosas y estamos muy unidos.
Ascender sería la guinda al pastel. Es algo que tanto el club como la gente de Caspe lleva esperando varios años y tenemos que terminar el trabajo para darles esa alegría.