Hemos tenido que luchar contra muchas adversidades: tres semanas entrenando en el pabellón porque no estaba el campo, siete jornadas sin jugar en casa con todos los viajes fuera, varios chavales que han estado sin ficha por diferentes motivos y, luego, una pequeña carencia que tenemos en el equipo porque nos falta un poco de gol.
Aun así, el equipo está creciendo cada semana y cada semana damos un pasito más hacia el nivel que queremos coger.
Todo lo malo que hemos pasado nos va a hacer más fuertes en el futuro, y de aquí para adelante creo que se van a ver mejores resultados como el último empate de este fin de semana en Caspe contra un equipo que ha ido primero casi todas las jornadas.
Esto nos hace creer que algo estamos haciendo bien y que poco a poco van a llegar los resultados porque el equipo tiene mucho margen de mejora.