Ocho equipos por encima de los veinticinco puntos, de los que los seis primeros están en cinco de diferencia: Épila treinta y cuatro e Illueca treinta.
Y los otros ocho que puntúan por debajo de los veinticinco y, a excepción de La Almunia, del noveno Calamocha al décimo quinto Cariñena, se llevan una distancia de cuatro puntos.
Datos que dan a entender muy a las claras que cualquier marcador puede desestabilizar la competición de la categoría y que tanto unos como otros empiezan a luchar por motivos bien distintos.
En estas, el CDJ.Tamarite, próximo rival del CD.Caspe, ocupa plaza de promoción y le lleva once posiciones al conjunto caspolino, diferencia que le otorgan los trece puntos más a su favor.
Los tamaritanos, que vienen de perder en Cariñena la semana pasada, conservan todo el capital acumulado en La Colomina donde, únicamente, el Utrillas ha conseguido doblegarles.
También es verdad, que lejos de los Rosales es donde mayor rentabilidad está sacando el conjunto caspolino esta temporada.
Si miramos los precedentes entre los dos clubes, al CD.Caspe le han venido bien las visitas a tierras oscenses. Los zaragozanos han viajado en dieciocho ocasiones con siete victorias, seis derrotas y cinco empates, veinticinco goles a favor y veintiocho en contra.
El primer partido se disputó en la temporada 68/69 con victoria visitante por uno a tres y el último hace cinco años, en el que los puntos se quedaron en casa merced a un solitario gol de los locales.
Del once inicial de este encuentro solo queda un jugador en la plantilla caspolina, Carlos Burillo Escorihuela, que el domingo pasado cumplió los doscientos partidos defendiendo la camisola del CD.Caspe.