Nosotros hicimos, desde los más mayores de noventa años para abajo, todos los jugadores que habían jugado en el Binéfar y eran de Binéfar, en cada partido, antes, les dábamos una placa de una decoradora de Binéfar, Laura Murillo, muy bonita.
Después hicimos una exposición que estuvo abierta tres semanas. Una exposición de todas las copas, camisetas… un poco todo lo que teníamos, y que la hicimos en el ayuntamiento.
Y luego, charlas con jugadores mayores que había estado aquí, veteranos, entrenadores los que más habían estado.
La verdad es que teníamos muchas ideas pero luego, todas las ideas cuestan dinero y hay algunas que no puedes llegar.