El primer tramo de la liga ha concluido y, a partir de ahora, los equipos menos agraciados tocan arrebato como salida a sus desdichas del primer capítulo de la competición. El Huesca B se corona como campeón de invierno con treinta y siete puntos, veintiuno más que el Almudévar que cierra la tabla. En estos diecisiete primeros partidos se han marcado trescientos treinta y tres goles, o lo que es lo mismo, uno coma nueve goles por partido disputado.
Y entre estas cifras se encuentran el resto de los equipos que componen el grupo aragonés de la Tercera Federación. Con un CD.Caspe que ha pisado por primera vez la zona de descenso y que debe, primero, asumir su posición y segundo, tratar de volver a ser el equipo que comandó la tabla clasificatoria durante seis semanas de esta misma liga.
Y en esas, el domingo vuelven todos los equipos a medirse. Para el conjunto bajoaragonés, retornar ante su gente con la esperanza de que los aplausos sean lo único que se oiga en el estadio caspolino. Aplausos, por otro lado, que no solo serán muy bien recibidos por la plantilla sino que todos los jugadores agradecerán partir con el apoyo de su afición.
Enfrente, un At.Monzón que marcha cinco puestos por encima del CD.Caspe y suma tres puntos más. Viene de ganar por cero a uno al CD.Ebro en el Carmen zaragozano. Es el tercer conjunto más goleado de la categoría aunque lleva ocho tantos más a favor que los caspolinos.
En cuanto a los precedentes entre ambos clubes, sus equipos han jugado treinta y cuatro partidos en Caspe de los que la mitad fueron para los locales, siete para los visitantes y diez empates. El último jugado en los Rosales corresponde al curso pasado y benefició a los de casa por uno a cero, gol de Karol.