Club Deportivo Caspe
 

Temporada 1928/29


Comenzamos otra temporada con la Asamblea del Club. Bien es verdad que estas reuniones se dedican a hacer balance de lo logrado meses atrás, debería ser por ello colofón del trabajo publicado líneas antes, pero las últimas reuniones están rodeadas de una especial singularidad que les otorga el derecho a encabezar un nuevo curso. Por tercer año consecutivo hay cambios en la Junta Directiva que determinarán otras formas de actuar en el periodo de tiempo que tienen por delante. Ello condiciona la necesidad de abrir página con las previsiones de futuro que hacen los nuevos mandatarios de la entidad.

La Junta general ordinaria se celebra el primero de julio de 1928. Tras la lectura de la memoria anual se procede al nombramiento de los censores de cuentas, labor que recae en los señores don Pascual Guillén y don José L. de Medrano. Posteriormente, y por unanimidad, renovación de cargos directivos:

Presidente: Don Fermín Morales.
Vicepresidente: Don José María Repollés.
Secretario: Don Benito Roca.
Vicesecretario: Don José Sanz.
Tesorero: Don Genaro Arbonés.
Vocales: Don Fernando Gamundi, don Joaquín Martín, don Fermín Faci y don José Lorén.

Por último, se designa una Comisión Deportiva que está compuesta por don Pascual Guillén, don Agustín Minguet, don Joaquín Maza y don Manuel Recio.

La primera cuestión que se plantea el nuevo presidente va encaminada a resolver un contencioso que tienen dos clubs, hermanados en el pasado y con sus relaciones rotas en esos momentos. Afortunadamente, esta iniciativa encuentra un inmejorable caldo de cultivo y buena prueba de ello son las informaciones que publican los periódicos "El Noticiero" y "El Guadalope" y la revista "Caspe" recogiendo o extractando los mensajes que se intercambian ambas sociedades:

"Alcañiz, 26 de julio de 1928. Sr. D. Fermín Morales, presidente del C.D. Caspe. Muy Sr. mío: Recibí su atento besalamano participando la formación de esa directiva", así comienza la carta que envía el presidente del Alcañiz a su homólogo caspolino, para seguir diciendo: "...y que aquella armonía que hizo despertar la afición alcañizana volverá a ocupar el sitio que en mala hora, por causas que todos lamentamos y que no quisiera mencionar, nos separó mortalmente..." Don Blas Calejero propone como medio más adecuado para superar la crisis, aprovechando las festividades de San Roque y de la Virgen de Pueyos, que ambos equipos disputen sendos partidos amistosos empleando al deporte como vehículo de unión.

El 1 de agosto contesta en parecidos términos al C.D. Caspe: "...está en nuestro ánimo olvidar el pasado triste y volver a reanudar las interrumpidas relaciones. Los que dirigimos estas sociedades no debemos poner en juego ni los pies ni la cabeza sino la inteligencia y el corazón, por eso hemos de ver en la portería de la meta deportiva, como finalidades, la cultura física y la moral por encima de los éxitos que el número de tantos pueda dar a nuestros equipos. La unión debe tener doble finalidad, la de contrarrestar los efectos de otros sectores y la económica".

Días más tarde representantes del Alcañiz visitan Caspe para ultimar detalles.

El día 18 tiene lugar en el campo caspolino el primero de los partidos previstos, que finaliza con ventaja alcañizana por dos a uno. El cronista achaca la derrota a la falta de entrenamiento.

El 8 de septiembre, en el teórico partido de vuelta, el Alcañiz juega en casa frente a un equipo zaragozano. Lo que todo eran buenas intenciones, parece ser, se truncaron en amargas realidades y la explicación, como en la vez anterior, podría encontrarse en las divergentes posturas que toman ambos clubs en el seno federativo. Finalizando el mes de agosto se celebra en la Federación Asamblea de Clubs. El sistema de competición varía, pasando de dos categorías divididas en dos series cada una a tres categorías. La Segunda queda compuesta por los conjuntos Aragón, Caspe, Borja y Español de Huesca; se presenta una posible ampliación dando entrada a los equipos Alcañiz y Athletic, oponiéndose los tres primeros. El inicio del Campeonato se pospone para el 3 de febrero de 1929 y los dos primeros clasificados jugarán una promoción con los dos colistas de la Primera categoría.

Mientras tanto, la Junta Directiva volvía a interesarse por uno de los temas que más preocupaba a la afición caspolina desde el inicio de la práctica futbolística, como era poseer un terreno de juego más cercano a la población: "...La importancia que este asunto encierra..." decía la revista "Caspe" en septiembre del 28 "... es enorme para la vida del fútbol en Caspe y los obstáculos que hasta ahora se han presentado para llegar a él han sido invencibles. Hoy parece que el horizonte se ve más despejado y las gestiones están muy avanzadas".

El campo de Torre Ramona tenía estacas atravesadas por una cuerda en todo su rededor que delimitaban el terreno de juego. Estaba cercado por una fila de cañizos y había, incluso, un guarda que hacía rondas por el exterior previniendo que nadie se colara, pero, además de lejano, era pedregoso y estaba mal orientado. Cuando soplaba el viento, lo hacía de portería a portería y el meteoro disponía en gran medida del mando sobre el balón. No es de extrañar que se buscara distinta ubicación. El comentario de la revista terminaba con una pregunta: "¿Tendremos al fin campo en buenas condiciones?", para responderse a sí mismos: "Po'l camino están".

En espera de que llegaran las fechas previstas para el inicio del campeonato federado, el C.D. Caspe fijaba partidos amistosos que le ayudaran a preparar los oficiales y como medio para que siguiera vivo el interés futbolístico, no obstante, no se jugaban todos los deseados. "El Guadalope", recogiendo el sentir de la directiva, publicaba: "...sabido es que cada partido que se celebra se pierden muchas pesetas, que hay que sufragarlas con las mensualidades de los socios, y como este ingreso es sumamente pequeño, imposibilita la celebración de estos partidos tan provechosos deportivamente".

Sólo nos ha llegado información de dos encuentros disputados:

- El 4 de noviembre, Caspe 2-Aragón S.C. 1.

- El 23 de diciembre, Caspe 4-S.D. Juventud de Flix 1. En este partido, denota el cronista: "Hubo un grupo de individuos que desde general estuvieron todo el tiempo chillando a su equipo, en especial a Peralta; si se vuelve a repetir el caso diremos sus nombres para que todo el mundo pueda señalarlos con el dedo, por ahora baste decir que algunos han jugado en el equipo local donde demostraron sucesivas veces su inutilidad absoluta y otros fueron expulsados de socios por morosos". Por fin llega el Torneo federado, pero, lejos de ser una contienda formal, se tronca en una serie de despropósitos. Ya comenzó con malos augurios la competición cuando el primer partido se suspende por la lluvia, pero lo grave fue la retirada del Español de Huesca y la descalificación del Borja por incidentes.

Como hemos dicho, el encuentro que inauguraba la temporada oficial en Segunda Categoría no se juega. Era el 3 de febrero y el Caspe se enfrentaba en el campo del Iberia (Torrero) al Aragón. Partido que se presuponía interesante por ver los nuevos fichajes catalanes del once caspolino. La entrada era única y costaba una peseta.

El día 10, Caspe 4-Aragón 2. Resultado muy importante para el Caspe superando un marcador adverso en el descanso de uno a dos.

El siguiente partido lo gana el Aragón al Borja por seis a cero y el de vuelta termina con incidentes. El marcador final señalaba empate a un gol, pero será invalidado al comprobar que el Borja había alineado a un jugador sin ficha reglamentaria. El Comité castigará a este equipo con sanción económica y descalificación al campo y a su Junta Directiva.

En resumen, con el Borja penalizado y el España retirado, sólo quedan dos equipos en liza y un resultado válido, beneficioso para el Caspe que suma dos goles de ventaja y que deberá defender en el siguiente compromiso a disputar en Zaragoza. Para este partido, que se puede catalogar de crucial por conceder el título de Segunda Categoría, se barajan varias fechas para su celebración y paralelamente se discute sobre el árbitro que debe pitar el choque. Los zaragozanos quieren a Cenzano y los caspolinos a Urroz. El Caspe fleta un autobús de treinta plazas para hacer el viaje a Zaragoza, de las que once son para los jugadores y las restantes para los aficionados que aspiren a acompañar al equipo. "El viaje..." según el anuncio que publicaba "El Guadalope", "...tendrá la ventaja de que volverá un poco más tarde que el de línea, pudiéndose ver el partido en Torrero y quedarse un poco más en la capital".

Y llega el 17 de marzo de 1929, día trascendente para la pequeña historia del C.D. Caspe que se proclamaría campeón de Segunda Categoría. De su importancia da buena prueba el comentario que apareció en "El Guadalope" y que reproducimos fielmente:
"Jornada memorable para el Caspe al conseguir un empate en el campo de Torrero frente al Aragón. Partido que terminó con el resultado de dos a dos, marcando en primer lugar el Caspe con dos goles de Novell y Murillo en la primera parte que hacen desbordar el entusiasmo de los aficionados caspolinos que están viendo el partido, que, locos de alegría, saltan, bailan, agitan pañuelos y lanzan al aire gorras y sombreros. Partido difícil para los caspolinos si se tiene en cuenta que el campo era veinte metros más ancho y de hierba. Arbitra Urroz y juegan por el Caspe Julve, Faci II, Carreras, Peralta, Nebot, Tobeñas, Ráfales, Novell, Machado, Vidal y Murillo. Ahora a jugar el torneo de promoción para el ascenso a Primera Categoría". Las siguientes semanas serán testigos de una tremenda transformación. Se pasará de lo blanco a lo negro, del día a la noche, del éxito al fracaso. Poco a poco los días irán desgranando un cierto aire de pesimismo y desencanto.

Nada más conseguido el título se observa en la prensa un tufillo triunfalista: "...si se gana la promoción, el Caspe se codeará con el R. Zaragoza, Iberia y Patria..., ... la directiva ha entrado en negociaciones con los Clubs Gimnástico de Tarragona, Lleyda F.C. y C.D. Huesca para jugar algún partido de preparación..., ... se pretende organizar un banquete en honor de los jugadores a los que pueden acompañar cuantos entusiastas lo deseen". Pero las hojas del calendario van cayendo y no se ve claro el horizonte: "...nada se sabe de la promoción a Primera Categoría. La Federación está muy ocupada con el partido internacional Francia-España a jugar en Zaragoza el 14 de abril y seguramente la promoción será posterior..., ... el Caspe, ante el mutismo de la Federación, ya ha manifestado su interés en que los partidos se celebren a la mayor brevedad". Finalmente se caerá en la desesperación y el conformismo: "...es lamentable el nulo aprovechamiento para la ciudad del título conseguido por el Caspe para atracción del turismo que daría beneficios a la localidad..., ... el próximo domingo 16 de junio celebrará el Caspe Junta general ordinaria. Los socios recibirán la convocatoria mediante papeletas, pero dado el momento actual, el más difícil y decisivo de la vida del Club, se ruega la máxima asistencia de todos los asociados".

La Asamblea del C.D. Caspe llegará en la fecha prevista y con ella iniciaremos la próxima temporada al igual que hemos hecho en las anteriores. Permítanme, no obstante, que les dé una muestra de cómo se vivía el fútbol en aquellos años para demostrarnos hasta qué punto había calado y evolucionado en la sociedad caspolina en particular y en la española en general. El articulista del rotativo local "El Guadalope" se hace eco de una información sobre el Getafe Deportivo publicada en "El Sol" de Madrid y que hace suya:

"...¡Qué diferencia de aquellos tiempos en que unos entusiastas muchachos corrían detrás de un balón redondo a los actuales de preponderancia del Fútbol! Entonces los escasos aficionados eran tenidos por unos ilusos y la gente que acudía a los partidos iba a reírse un rato de aquellos entusiastas deportistas. ¡Mudanzas de los tiempos! Hoy el fútbol constituye el tema predilecto de las conversaciones y ha llegado a interesar a todo el pueblo, constituyendo el mayor atractivo; pero hasta conseguir esto cuántos sinsabores han tenido que pasar los entusiastas del mismo..., ... el fútbol ha sido el lazo de unión de las diversas clases sociales; del club son socios el señorito y el trabajador, el estudiante y el obrero, y la afición común les une, y todos alternan en cordial camaradería".

Por último, les propongo una reflexión sobre lo que encierra el título de un artículo publicado el 20 de noviembre del año 1928 en el periódico zaragozano "El Noticiero" y firmado por José María Mateos, seleccionador nacional: "El ocaso del Romanticismo futbolístico". ¿Cuántas veces, amigo lector y aficionado al balompié, no habrá pensado usted lo mismo comparando el fútbol que conoció en sus tiempos de mozalbete y el que se practica ahora, sea cual sea su edad?

MEMORIA DEPORTIVA: El C.D. Caspe juega en la Segunda Categoría (el sistema de competición había variado) y se proclama campeón al vencer en doble partido al Aragón, tras la retirada del España de Huesca y la suspensión al Borja por incidentes. No juega la Promoción.


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