Club Deportivo Caspe
 

Presentación del Libro "El fútbol en Caspe. Ayer y hoy"
Salón de Actos del Excelentísimo Ayuntamiento de Caspe
Día 2 de mayo de 1998 - 20 Horas


Buenas tardes a todos y gracias por su presencia.

En primer lugar les debo pedir disculpas porque este libro podríamos decir que esta incompleto, que no esta acabado. Si cualquiera de ustedes busca el final verá que concluye con la temporada 93/94, es decir, hay cuatro años de vacío, ello es debido a dos razones principalmente. Por un lado, el Caspe es una entidad que todavía vive, que todavía esta en activo y en algún momento teníamos que pararnos para imprimirlo pero bien es verdad que el margen desde la última temporada hasta el día de hoy es bastante amplio. Por otro lado y por un cúmulo de circunstancias, se ha ido retrasando su publicación hasta que hemos llegado a hoy cuando ve la luz oficialmente, y yo no sería capaz de echarle la culpa nadie en concreto, mas al contrario, quisiera agradecer el trabajo e interés de unas cuantas personas que han arrimado el hombro para que definitivamente podamos tenerlo en las manos; repito pues, a ellos mi agradecimiento por su empujoncito.

De todos modos aquí está y bueno será seguir hablándoles un poco de él para contarles que es lo que encierra.

Quizá a ustedes les pase como a mi cuando los ven por primera vez. Destaca sobremanera su color intenso, su gran volumen y viéndolo mas de cerca, su titulo y la fotografía que acompaña la portada.

El color, quizá un tanto apabullante, es el del Club Deportivo Caspe. Que no fue, digámoslo ya, su color original, puesto que las primeras camisetas llevaban unas rayas anchas, verticales, en amarillo y negro: “los avispas”; franjas que luego irían estrechándose. El color azul lo toma el Caspe en su refundación, en el año 1.948. Antes habían vestido con camisola roja en la que daremos en llamarle segunda época del fútbol en Caspe en el año 1.934 con un equipo sin federar y después de la guerra civil y poco antes de convertirse nuevamente en el Club Deportivo Caspe, sus jugadores vistieron de color blanco, quizá porque eran las camisetas mas baratas que se podían comprar. Como digo desde 1.948, hace ahora cincuenta años, el Club Deportivo Caspe lleva el azulina en sus camisetas.

En cuanto al volumen de la publicación, esto es consecuencia de la longevidad de la propia sociedad. Resumir 75 años de vida en un libro es casi un arte y ajustarse a unas medidas determinadas, podría decir que un milagro, en todo caso hemos logrado poder meter en un solo tomo tantos y tantos documentos, fotografías, nombres, ideas, comentarios y anécdotas como en él se encierran. Aún así, reconozco que sería un ejemplar muy valorado por aquellos maestros que nos ponían los brazos en cruz como castigo. Si es verdad, es un poco gordo, pero espero que su consulta colme cualquier pesar por su peso.

Con el titulo, el fútbol en Caspe ayer y hoy, se ha querido identificar la distancia en el tiempo que ha llevado en nuestra ciudad el fútbol en general y el Club Deportivo Caspe en particular, aunque no por ello hemos dejado de lado otras entidades que han ido coincidiendo con el Caspe, bien en su fundación o porque mostraban unos datos curiosos en aquellos momentos, como lo fue por ejemplo, una velada de boxeo organizada por el Boxing Club, que esta recogida con todos sus números: ingresos, gastos y bolsa de los púgiles; O el nacimiento del Club el Pedal, El Club Ciclista Caspolino, el Club de Ajedrez, el de Tiro al Plato o el Club Polimóvil de Caspe.

Por último, la fotografía que recoge la portada también pretende, al igual que el titulo, dar como un flash que preceda a todo lo que hay en el interior. Aunque es una foto actual podría pasar por una foto de los años 20, 40 o 60. Y la verdad es esa, porque para jugar al fútbol solo hacen falta dos porterías, un balón y un terreno llano. Para jugar al fútbol de chicos, de Regional y de Copa de Europa, porque si no hay portería ya sabemos que te pueden caer unos cuantos millones de multa.

Bien, hasta aquí lo que percibimos por el exterior pero, y en su interior que relatan esas casi 600 páginas.

Yo les podría decir de una forma grandilocuente que la vida de Caspe de los últimos 75 años y eso que en un principio no sería del todo cierto porque la vida de un pueblo y sus gentes no se pueden circunscribir a una entidad deportiva, si es verdad que nos puede servir como una guía de lo que han hecho con su ocio, con sus esperanzas, con sus amores por su pueblo los ciudadanos de Caspe a lo largo de este pedazo de historia. Y digo esto porque en muchas ocasiones se ha confundido, para bien o para mal, el futuro de un pueblo con el signo que toman los resultados del equipo de fútbol. Porque las gentes de nuestra ciudad, como ocurre en otro sitios, hace unos días sin ir mas lejos los barceloneses con el Barcelona y esperemos que dentro de poco los madrileños con el Real Madrid, los caspolinos también han vibrado, han sentido, han coreado a sus jugadores y los han seguido como dogma de fe, han ido en romería tras unos colores como si fuera una causa extrema, de vida o muerte para la población. Porque este deporte ha centralizado en muchas ocasiones la pasión, la ira o la simple descarga de adrenalina, como se dice frecuentemente, de las personas que lo viven o simplemente lo siguen en Caspe.

Sin desdeñar, desde luego, a aquellas personas que de buena fe han luchado y trabajado por una idea que han defendido a capa y espada, pero hay que tener en cuenta que lo que pasa a nivel nacional, que se paraliza un país cuando televisan un partido de la selección, eso también ha pasado en Caspe con su equipo de fútbol. Y buena prueba de ello lo podrán comprobar si recuerdan el partido por el ascenso en Hijar o la misma construcción del campo del Plano, en el que muchas personas trabajaron sin cobrar ni un solo duro.

Este trabajo se divide en temporadas. Las temporadas son unos periodos normalizados de tiempo que comienzan en el mes de agosto con el partido de presentación en las fiestas Patronales, escaparate de lo preparado para la temporada, y concluyen con el telón de la competición en le mes de junio o con la Asamblea de Socios que pone fin a los triunfos o los fracasos de la competición.

En estas divisiones convenientemente estructuradas hay cuatro partes bien diferenciadas. Un texto comentando lo sucedido en la temporada, todos los resultados convenientemente contrastados y cuadrados en su mayor parte por una simple suma y en otras, con una ligera desviación ponderada puesto que lamentablemente el trabajo de investigación en según que épocas no daba una fiabilidad completa. Resultados extraídos de los periódicos y debo dar aquí y en este momento, las gracias a la hemeroteca del Ayuntamiento de Zaragoza por haberme facilitado la consulta de sus fondos. Pero claro, al no ser un equipo de la capital y en ocasiones formar en categorías inferiores, las referencias no han sido siempre extensas salvo en aquellos momentos en los que los diferentes corresponsales de Caspe trasladaban las noticias a los periódicos de Zaragoza y podía nombrar, como botón de muestra, a Antonio Albesa, Teodoro Ruiz, Felix García, Paco Andreu o Isaac Domingo, y tantos otros que en mayor o menor medida han colaborado desde las tardes de los domingos para que el nombre de Caspe sonara de una u otra forma en la región.

Otro de esos apartados de los que antes hacia mención, son los documentos y fotografías y querría ser capaz de hacer llegar de una forma comprensible a todas aquellas personas que me han prestado sus fotografías, el sentimiento de agradecimiento que su acción ha supuesto para el buen desarrollo de este trabajo. Hemos tratado y creo que lo hemos conseguido de aportar un documento gráfico a cada año, con el objetivo de dar un testimonio visual de aquellos jugadores que han formado en las alineaciones del equipo. Con ello, no se perderá jamás en las tinieblas de la memoria su recuerdo sino que lo podremos tener ahí presente solo con echar un vistazo a sus rostros.

Además, y de ello me van a permitir que me enorgullezca públicamente, todas las caras tienen un nombre debajo que los identifica de posibles olvidos. Bueno todas… menos alguna, como una que pone niño y ese niño tiene nombre y apellidos y ya me lo ha hecho llegar. Pero es una, entre una gran infinidad de rostros que han sido identificados. Nombres que han puesto sus coetáneos. Trabajo, el de las mas antiguas, que debo agradecer de forma especial a Miguel Martín, a quien desgraciadamente no se lo puedo decir ahora. Miguel como tantas otras personas se nos han quedado en el camino y no han podido ver publicadas aquellas cosas que me contaron y de las que se sentían muy satisfechos y orgullosos.

Por otro lado, en cada capitulo de los que se divide la publicación hay una mención al otro fútbol que ha convivido con el Club Deportivo Caspe. Al Caspe B, Compromiso, San Antonio, Arena Sport o Polideportivo. Nombres válidos en cualquiera de sus acepciones y clubes segundones por una simple cuestión de nomenclatura y no por la ilusión de sus jugadores y directivos, puesto que en la mayor parte de las veces, hacen esa labor oscura e importante, desagradecida pero muy eficaz que es la formación de nuevos futbolistas, aunque las mas de las veces resida en los chavales, un sentimiento de vacío y sin sentido por la pocas o nulas expectativas futuras.

Si me preguntaran, ¿Que hay de personal en la redacción de estas páginas? Yo les debería contestar que mitad y mitad. No se cuales son las técnicas exhaustivas de los historiadores pero les puedo decir que sí hay algo de mi pensamiento en sus páginas. Podría indicarles que hay tres partes bien diferenciadas en el modo de tratar cada época en particular.

Una primera época, la que media entre la fundación y la refundación, en la que todo se basa en los datos que aportan los periódicos de aquellos años y algunas, muy pocas por desgracia, conversaciones que he mantenido.

Una segunda época que tampoco he vivido pero que el contacto con la gente ha servido para poder recorrerla con la imaginación y transcribir las vivencias contadas además, por supuesto, de contar con los datos recogidos en los periódicos. Pero valoro especialmente el contacto con la gente me ha llevado a un conocimiento casi exacto de lo sucedido.

Y una última época en la que se han juntado los dos componentes ya mencionados, los datos fríos de los periódicos y el contacto con la gente, con otro ingrediente mas: mi vivencia personal. Vivencia que me ha permitido tratar los problemas o los triunfos desde una percepción mas cercana, quizá mas subjetiva, pero no por ello menos interesante y enriquecedora, porque en muchas ocasiones, hablando con las gentes llegas a entender situaciones que en un momento determinado no las había entendido así.

En resumen, en estos setenta y cinco años, el Caspe ha tenido sucesivos ciclos. Periodos de bonanza deportiva y económica entremezclados con otros mas peliagudos por sucesivos déficits o descensos de categorías. Los caspolinos han viajado a Hijar para ver como su equipo ganaba una promoción. El Club ha repartido acciones a 25 pesetas cada una para sufragar gastos. Se ha acuñado un sistema innovador en el mundo del fútbol para la época como era la autogestión. Por las antenas de Radio Caspe se han hecho colectas para recaudar fondos para el Club. El fantasma de la desaparición ha rondado en varias ocasiones, unas haciéndose visible y otras, afortunadamente, siendo alejado in extremis. Se ayudó a Valencia en las famosas riadas y al Fraga, tras un accidente mortal de sus jugadores. También el Caspe tuvo su accidente de circulación regresando de Almazan, aunque afortunadamente solo hubo heridos. Se le han dedicado al Club de fútbol versos y un himno. Se le ha calificado de equipo revelación. Ha obtenido en varias ocasiones el titulo de la deportividad, e incluso estuvo liderando una semana la Tercera División Aragonesa. Tantas y tantas cosas como encierra este volumen y que conforman setenta y cinco años de historia.

Hasta aquí les he hablado de lo que podíamos definir como una radiografía técnica del presente estudio. Pero no me gustaría terminar sin dar rienda suelta al capitulo de agradecimientos. Agradecimientos que hago personal a Alberto Serrano, Miguel Caballú y Mariano Gómez por el interés que han demostrado en la terminación de este trabajo. Así mismo a la Diputación Provincial de Zaragoza, a su Imprenta; al Ayuntamiento de Caspe y sobre todo al Grupo Cultural Caspolino que han puesto marco, fondo y pesetas para la edición y publicación de este libro que espero repose a partir de ahora en las estanterías de sus casas para la consulta y el recordatorio de un trocito de Caspe como ha sido y es, su equipo de Fútbol.

Muchas Gracias.


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