Club Deportivo Caspe
 

Temporada 1970/71


A la hora de hacer balance de esta temporada, las claves nos vienen marcadas de manera insólita y casi única, al poder contar con la revista que publica el club y en la que resume, según la visión y los datos recopilados por don Félix García Martínez, la completa historia del período referido y de los actores que lo hicieron posible. Por ello, no abundaremos en lo ya escrito en su momento y nos limitaremos a reproducir fielmente su contenido; no obstante, quede constancia de una serie de anotaciones que persiguen un carácter meramente complementario.

En Tercera se produce una amplia reestructuración y la categoría queda reducida a cuatro grupos, formando en el Segundo los aragoneses Huesca, Ejea y C.S. Andorra, provocando con ello gran número de cambios en las divisiones inferiores.

El Caspe participa en distintos amistosos de pretemporada pero una vez más sobresale la Presentación en Fiestas. Para realzar la fecha se pretende al Real Zaragoza, equipo de mayor fuste de la región; sin embargo, la negativa zaragocista propicia nuevamente la visita del Calvo Sotelo. En prueba de amistad y agradecimiento, el entrenador Mariano Gómez impone, en presencia de los señores Franco y Celma, la Medalla de Plata de la entidad al presidente andorrano don Juan Antonio Endeiza. El resultado final favorece a los visitantes por uno a cinco, gol de Miguel Paracuellos. El cuadro local alinea a Santos; Moreno, Cardona, Clavero; Ráfales, G. Callao, Paco; Paracuellos, Nicolás, Diego II y Diego I. Sustituciones, San Francisco y Perico.

El Caspe atraviesa una racha aciaga que converge, en muy alto porcentaje, en las rodillas de los jugadores. Ya hemos mencionado en el capítulo dedicado a la anterior campaña los sinsabores que aquejan a Elio; bien, pues la Directiva reserva la taquilla del partido de Fiestas para sufragar gastos y molestias de su centrocampista, concediéndole un montante que ronda las 8.000 pesetas. Elio empieza a entrenar seguidamente y es en la segunda parte de la Liga cuando forma con mayor habitualidad en las alineaciones. El final de 1970 es muy riguroso y debido a la nieve que cubre las tierras bajoaragonesas se suspende el último partido del año. "Avisamos al Teruel, pero como no encontramos a nadie de la Federación, se presentó el trío arbitral..." -dice José Franco Zaurín-, "...a los pocos días nos mandó llamar el presidente de la Federación, señor Dolset, para recriminarnos la falta de contacto con el órgano superior. Como quiera que la discusión tomaba intrincados vericuetos, le dije que si seguía por ese camino le nombraba presidente al instante. Retomamos el orden de la conversación y solucionamos el problema. Debo reconocer que el C.D. Teruel se portó de maravilla".

Las relaciones con el Real Zaragoza no eran todo lo fluidas que cabía esperar y los representantes del primer club de la región portaban con descaro su arrogancia allá por donde pasaran, de tal modo que en el Caspe-Aragón el presidente caspolino comparte localidad de tribuna con los directivos visitantes y les oye comentar: "Ves cómo era éste el árbitro que teníamos que traer". Ante tal afirmación, José Franco expresa su desaprobación, "... y los eché de la tribuna".

En este Campeonato debutan con el Caspe varios jugadores noveles. Empieza la Liga Ramón Baqué, natural de Batea, a quien el técnico había observado en la pretemporada. Baqué ficha por el Caspe, pero a los pocos partidos se desengaña por el fuerte ritmo de la competición. Por otro lado, la cantera y el trabajo del filial surte efectivos jóvenes y con calidad para la Preferente; así se estrenan:

- Antonio Villegas Sánchez: "Debuté con 16 años en la segunda parte del Sabiñánigo-Caspe y titular en Teruel. Mariano nos llevaba de suplentes y nos daba algunos minutos. La posibilidad de jugar arriba significó una enorme alegría y una gran responsabilidad porque la categoría era muy fuerte".

- Manuel Cortés Maza debuta con 17 años en el Caspe 5-Lamusa 2, aunque ya había sido convocado en el desplazamiento a Sabiñánigo. Cortés entra a quince minutos para el final y marca dos goles. "En el primero, Diego sacó un cornet largo y el balón, tras rebotar en un contrario, me cayó a los pies justo para rematar. El segundo vino como consecuencia de un tiro desde el borde del área a centro también de Diego. Fue un gol muy bonito, porque salió un lanzamiento bombeado que el portero ni siquiera intuyó".

- Joaquín Berges Amorós tiene mayor constancia en las alineaciones, aunque sea como suplente, ".... era siempre el primer cambio. El día del debut oficial sustituí a Baqué y marqué mi primer gol con el Caspe. Llegué a jugar muchos minutos, pero como teníamos implantado el sistema de puntos cobré alrededor de 3.000 pesetas". Aspecto que no era sustancial para los más jóvenes -Cortés sólo cobra 150 pesetas-, puesto que lo importante era cambiarse todos los domingos.

Junto a estos jóvenes caspolinos se alinean, con distinta fortuna, los escatroneros Guerrero y Peirá, quienes comparten los mismos derechos a la hora del reparto pecuniario.

En el capítulo de lesiones, Diego II en la otra rodilla y Paco son los más damnificados. A Paco le sobreviene en Casetas, "al tratar de lanzar un balón largo, cuando apoyé el pie en el suelo noté algo raro". Por consejo facultativo descansa unas semanas, pero no será suficiente. "Tenía menisco interno de la rodilla izquierda y me operaron". Francisco Dolader se pierde la Liga, aunque le queda el consuelo de haber marcado el único gol de su vida con el Caspe. "Fue en casa, frente al Grañén. Ellos practicaban el fuera de juego, estrategia poco ejercitada entonces. Ráfales sacó una falta y yo me adelanté a la defensa picando el balón por encima del portero. Protestaron mucho e incluso tres jugadores abandonaron el campo; sin embargo, el gol subió al marcador".


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