Club Deportivo Caspe
 

Temporada 1950/51


El fútbol en Caspe está totalmente asentado, vive ya perenne entre las preferencias de sus gentes. Todavía es patente la euforia de la afición, una afición que le llevó, por ejemplo, a construir por propios medios un campo de deportes. Pero como ocurre en otros órdenes de la vida, el deporte-espectáculo va a evolucionar. Este año se hará efectivo el relevo en la Presidencia del Club Deportivo Caspe, accediendo a la misma el hasta entonces vicepresidente Miguel Morales. Los chavales que un día se presentaron ante la casa del pueblo para pedir... para exigir un nuevo campo, se han hecho mayores y han adquirido otras responsabilidades. El fútbol ha dejado de ser un pasatiempo y se ha convertido en un deber, agradable pero que les resta tiempo de sus principales ocupaciones. El dinero que perciben por ello no compensa las atenciones que ahora les reclama. En definitiva, el fútbol toma otra dimensión. La ambición por conseguir cotas más altas es una ilusión que obliga a fichar nuevos jugadores, jóvenes y foráneos, desechando a los locales.

El anuario "Fútbol", publicado este año y dirigido por don Ángel Rodríguez Fernández, en su tomo I, páginas 544/45, relaciona algunos datos del C.D. Caspe:

- Masa social: Quinientos socios.
- Colores equipo: amarillo y negro.
- Colores del uniforme: Camiseta azul con cuello y puños blancos. Pantalón blanco.
- Colores bandera: Azul y blanco.
- Escudo: El mismo de la ciudad atravesado por una banda con las iniciales C.D. Caspe.
- Campo de juego: Sito en carretera de Maella y valorado en unas seiscientas mil pesetas.
- Dimensiones: Cien por sesenta metros.
- Cabida espectadores: Tres mil, todos de pie.

La Junta Directiva la forman:

Presidente, don Miguel Morales Cortés.
Vicepresidente, don Emilio Gómez Fuertes.
Secretario, don Antonio Alastuey Lobera.
Tesorero, don Alejo Lorén Albareda.
Vocales, don Manuel Ráfales Navarro, don José Lorén Baile y don Julián Martín Falcón.

La temporada se inicia con los amistosos de Fiestas Caspe-Arenas y Caspe-Belchite. El equipo se refuerza con la contratación del central Casetas y se preparan los actos para rendir homenaje al jugador y capitán Joaquín Martín Pastor, que cuelga las botas y pasa a dirigir al equipo. Por la mañana el redactor de "Amanecer" Carlos Oterino ofrece una charla en el salón de sesiones del Ayuntamiento; por la tarde se disputa el partido Caspe-Binéfar y por la noche una cena de confraternización.

"Joaquín Martín..." -dice el zaragozano "Amanecer" en su crónica- "...tiene una brillante hoja de servicios futbolísticos. Ha defendido los colores de varios clubs (Arrabal, Español...) y en el Caspe ha permanecido los últimos años en activo, destacando siempre con pundonor ejemplar". "Alegría", como le conoce todo el mundo, pasará las próximas temporadas al frente del banquillo y tomándose muy en serio su trabajo, aplicando al equipo su experiencia y las enseñanzas que obtiene del estudio en libros y tratados. Don Francisco Blasco Freja recuerda: "...nos mandaba ejecutar ejercicios que después, con el paso del tiempo, he visto realizar a muchos profesionales".

El fútbol que se practica en estos momentos anda a caballo entre el viejo modo de entender el juego y la nueva disposición de los hombres sobre el rectángulo. Se intenta conseguir una cierta globalidad del conjunto, abandonando antiguos esquemas más proclives al individualismo. Los jugadores van retrasando sus posiciones en el terreno y prima cada vez más la actuación defensiva sobre la atacante. "No obstante..." -dice don Francisco Piazuelo Callao-, "...raro era el partido donde no se metía un gol de cabeza. Era un fútbol muy agresivo, rompedor, quizá menos técnico pero más vistoso."

El zaragozano diario "El Noticiero" publicaba un artículo firmado por R. Ozores, titulado "Y vinieron las tácticas", que compendia la historia de este deporte con respecto a la disposición de los jugadores y la idea que subyace por el objetivo a conseguir:

"En 1860 se limitan a once los jugadores del equipo. Entonces la formación era 1-10 y todo furor de ataque. En 1863 se inicia la idea defensiva y bajan dos delanteros, uno a defensa y otro al medio, plasmando el 1-1-1-8 como embrión de escalonamiento.

En 1875 nacen los espacios libres y el Royal Engineers presenta la táctica 1-2-1-7, en cuya vanguardia juegan cuatro extremos, un par por la derecha y otro por la izquierda, con tres delanteros centros. En 1885 el Blackburn Rovrs implanta el sistema 1-2-3-5, denominado ¡Error!No se encuentra la fuente de la referencia.; para construirlo retrasó un extremo de cada lado a medio ala.

En la 1930/31 el Arsenal de Londres pone en uso la discutida ¡Error!No se encuentra la fuente de la referencia. imaginada por Ch. Buchan y pulida por H. Capman respondiendo la ubicación de sus hombres al teléfono 1-3-2, 2-3. Luego la táctica raíz sufre arreglos manando las primeras variantes: ¡Error!No se encuentra la fuente de la referencia., ¡Error!No se encuentra la fuente de la referencia., con el 1-3-3-4, o la ¡Error!No se encuentra la fuente de la referencia., 1-4-2-4.

Austria e Italia, gracias a la WM, adoptan sucedáneos del método clásico y tanto el maravilloso ¡Error!No se encuentra la fuente de la referencia. como la famosa ¡Error!No se encuentra la fuente de la referencia. se mueven con planos defensivos entre los guarismos 1-4-3-3, con un defensa volante y el medio centro cubierto por los interiores.

En 1935 Suiza plantea el ¡Error!No se encuentra la fuente de la referencia. en cobertura y Portugal introduce el ¡Error!No se encuentra la fuente de la referencia.. En 1941 surge la ¡Error!No se encuentra la fuente de la referencia. brasileña, rara denominación pues su dispositivo táctico es idéntico al juego lusitano. Luego irrumpen los austriacos con su ¡Error!No se encuentra la fuente de la referencia. y el ¡Error!No se encuentra la fuente de la referencia..

En 1949 acepta España la WM y dos años más tarde se habla mucho de la táctica creada por el Celta de Vigo y seguida más tarde por el Barcelona con resonados triunfos. Por último, el conocido ¡Error!No se encuentra la fuente de la referencia. sólo atacante y defensa sin valor en la zona ancha."


En definitiva, el conservadurismo se ha ido imponiendo a lo largo de la historia en la forma de concebir el desarrollo del fútbol y más a partir de estas fechas, porque vendrá el diluvio y la fantasía de los sistemas. En Caspe se siguen por la radio las evoluciones de los partidos más importantes mientras el Club Deportivo inicia la primera competición oficial de la temporada: el Campeonato de Aficionados.

No se obtiene el fruto deseado al comienzo de la campaña y el equipo tan sólo logra un insulso tercer puesto que no colma las aspiraciones de la directiva. El cansancio empieza a aflorar en alguno de los jugadores llamados veteranos y la Junta reprime con cierta dureza los actos de rebeldía y desánimo que se hacen notar. En el plano económico las cosas no marchan mejor. Éstas son las cuentas que sacan los directivos tras disputarse los dos primeros compromisos:

- Primer partido, salida a Calanda, con un gasto de 1.500 pesetas.
- Nómina del Caspe-Sástago, segundo partido:
Refuerzos: 530 pesetas.
Jugadores locales: 225 pesetas.
Primas: 300 pesetas.
Arbitro: 360 pesetas.
Varios: 200 pesetas.
Totalizan ambos encuentros unos gastos de 3.115 pesetas.

Como tan sólo se hicieron 1.870 pesetas de taquilla, arroja todo un déficit de 1.245 pesetas, o sea, se preveía un déficit total en la Copa de Aficionados de 6.225 pesetas que habría que sufragar con las cuotas de los socios. Números que reflejan, por otro lado, las diferencias de cobro entre los jugadores de casa y los foráneos, desigualdad que enturbia las relaciones jugador/local-directivo. La consecuencia posterior es la progresiva permutación de hombres y nombres.

Para el siguiente torneo, Liga de Primera Regional, se fichan hasta siete jugadores, estudiantes en su mayoría, de entre los que sobresale Arturo Armentía, medio volante que ha jugado con el Corazonistas, Ejea (dos años), Salduba, Tranvías y Atlético. Dicho campeonato consta de dos fases. La primera con seis equipos, dos de ellos (Mequinenza e Híjar) plantean su renuncia para volver, tras un mes de dimes y diretes, a la competición. Clasifican para segunda ronda Alcañiz y Caspe, cayendo los caspolinos frente al H. Cortés por 3-4 en el global de la eliminatoria.

Al margen de las penurias económicas y los malos tragos deportivos, la camaradería entre los miembros de la plantilla es realmente exquisita, hecho que ayuda a sobrellevar estoicamente los recios sinsabores que la cotidianeidad provoca. Recuerdos ahora perdurables en su cara más amable, tornándose en divertidas anécdotas, como la que nos refiere don Francisco Blasco Freja: "Era un partido que jugábamos fuera de casa y viendo que mi compañero no podía en defensa con su par, ya que le faltaba decisión, le dije en voz alta ¡que no pase el jugador!, sin darme cuenta de que estaba junto a la banda. La que se armó fue de aúpa. Menos mal que perdimos".

También en la banda estaba dispuesto don José Pascual Casao con intención de poner el balón en juego: "...cuando me cogieron por los brazos con ánimo de entorpecer el saque. Eran la madre y la novia de un contrario al que marcaba en el campo y, por lo visto, no debían estar muy conformes con el resultado de nuestras disputas". Los viajes se siguen realizando en la controvertida "Rubia", de la que dimos buena cuenta en el apartado referido a la temporada pasada, significando por sí sóla buena parte de los pasajes más graciosos que recuerdan sus actores.

Para terminar, una breve mención al otro fútbol que cohabita en la ciudad. Existe un Caspe B que recoge buena parte de los jugadores sin dorsal en el primer equipo. Otros futbolistas siguen reforzando a los pueblos de la comarca y las peñas aún participan en torneos locales, si bien les falta el esplendor que un día señorearon.


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