Temporada 1930/31

Con más pena que gloria concluía la temporada 29/30 para el C.D. Caspe. Tras proclamarse campeón de su grupo y lograr por méritos propios una plaza que le diera derecho a jugar con los mejores representantes de la región aragonesa, había tenido que renunciar a tan preciado galardón por falta de recursos económicos. Quizá se había competido por encima de las posibilidades reales. Se había logrado reunir un conjunto de buenos elementos, se practicaba un bonito espectáculo al que le acompañaban los resultados, pero todo ello estaba basado en una pobre economía que gravaba de forma sistemática los bolsillos de los asociados, abocándoles a un cansancio que les imposibilitaba sustentar lo conseguido, partido a partido, por los jugadores. Todavía estaba pendiente la construcción de un terreno de juego más cercano a la población y no extraña un progresivo alejamiento de cierto sector de público más proclive a la inclusión de nuevos valores nativos que dieran savia local al equipo. Con estos antecedentes encara el club la presente temporada resultándole de todo punto imposible atajar su desaparición aun con la formación de una nueva Junta Directiva.

Las fiestas patronales de 1930, 17 de agosto, están adornadas en el apartado deportivo con el encuentro amistoso Caspe-Iberia, S.C., que finalizará con victoria zaragozana por cinco a tres, goles de Bernardino (dos) y Tobeñas, que lanzó un duro disparo deteniéndolo el meta dentro de su propia portería, "...siendo merecedores de resaltar..." dice "El Guadalope", "...los jóvenes promesas Gómez y Bernardino, jugadores novatos que tan sólo han saltado al campo en tres ocasiones con el Caspe".

Finalizado el mes, se convoca Asamblea de la Federación Aragonesa de Fútbol en la que se toman importantes acuerdos:

- El Zaragoza causa baja por incumplimiento de pagos (cesión de jugadores al Patria en contra de la normativa emanada de la última Asamblea) y tiene un plazo de cinco días para recurrir a la Nacional.
- El delegado del Español de Zaragoza pregunta por la razón que decidió llevar a Lérida y no a Huesca la final de desempate entre su equipo y el C.D. Caspe correspondiente a la temporada anterior. Le responde el delegado caspolino aduciendo motivos de desplazamiento, extremo confirmado por el presidente de la Federación.
- Se separa el fútbol profesional del aficionado, creándose un Campeonato Regional para Clubs Profesionales, formado por Iberia, Patria y Zaragoza.

Por la escisión que vive el balompié en nuestro país, y concretamente en la región aragonesa, José María Gayarre propone en "El Noticiero" zaragozano recomponer el fútbol aficionado federado en dos grandes divisiones:

- Primera Categoría, formada por seis equipos: Juventud, Caspe, Athletic, Aragón, Español y Oscense.
- La Segunda estaría dividida en dos grupos: los equipos de la capital (Escoriaza, Arenas, Castillo, Torrero...) y los de las poblaciones (Jaca, Borja, Casetas...).

El Caspe no juega partido oficial alguno e, irremediablemente, se acerca el principio del fin de la primera época.

La temporada se desarrolla con los siguientes torneos:

- Campeonato de Liga (Profesional):
Primera División: No hay ningún equipo aragonés.
Segunda División: Juega Iberia.
Tercera División: Grupo Segundo, juegan Patria y Zaragoza.
- Campeonato Regional para equipos profesionales: 1.º, Iberia; 2.º, Patria, y 3.º, Zaragoza.
- Campeonato Aficionado Primera Categoría, clasificación final: 1.º, Aragón (12 puntos); 2.º, Carde/Escoriaza (10 puntos); 3.º, Huesca (9 puntos); 4.º, C.D. Juventud (7 puntos), y 5.º, Español (2 puntos).
- Campeonato Aficionado Segunda Categoría:
Grupo A, vencedor Arenas.
Grupo B, vencedor Casetas.
Campeón Arenas en la final que disputan ambos conjuntos.

Como se puede comprobar, y a pesar de los buenos oficios de José María Gayarre, el Caspe no participa en la competición federada. "El Guadalope" anunciaba a principios del mes de noviembre: "...se está organizando un equipo con toda clase de elementos para hacer un buen papel en el campeonato...", pero tan sólo se juega un partido amistoso, Athletic 3-Caspe 1, encuentro disputado el 23 de noviembre en Torrero y, curiosamente, entre los dos equipos propuestos por el eminente aficionado zaragozano para encuadrarse en la Primera Categoría y ausentes de ella. El gol caspolino lo marcó Casas y junto a él jugaron Hernández en la portería, Peralta y Bosque en la defensa y Bernardino en el ataque. La prensa especializada acusó al Caspe de gran desentreno.

Con una economía devaluada y la afición en franco retroceso, el espectáculo futbolístico cae irremediablemente en picado. Se intenta poner freno a tan enojosa situación preparando un partido para la fiesta en honor del patrono San Sebastián entre un equipo de Barcelona y otro de Zaragoza, con la inclusión de jugadores caspolinos, pero no hay constancia de su disputa. Definitivamente, en el mes de abril de 1931, habrá variación en la Junta Directiva. Cesan los rectores del Club por dimisión de sus cargos y la Asamblea General nombra nuevos directivos a los señores:

Presidente: Don Manuel Cardona.
Vicepresidente: Don Emilio Julve.
Secretario: Don Francisco Casas.
Vicesecretario: Don Manuel Piera.
Tesorero: Don Joaquín Maza.
Vocales: Don Agustín Camón, don Manuel Ráfales, don Emilio Peralta y don José Callao.

Postrero intento de resucitar un deporte que había entrado en una insoluble espiral, vano propósito dado el resultado obtenido. El fútbol federado había contado con las mayores bendiciones públicas y privadas de la localidad. Se había agigantado de forma descomunal hasta el punto de no poder sostenerse en pie y provocando una peligrosa caída que le llevaría a un punto sin retorno. Por otro lado, el fútbol vivía y convivía con su entorno; no era por ello ajeno a lo que sucedía a su alrededor y poco a poco se estaba preparando para los cambios sociológicos que se avecinaban, quizá ya lo había estado haciendo en los últimos años.

MEMORIA DEPORTIVA: El C.D. Caspe no juega ningún partido de competición, renunciando a la posibilidad de participar en la Primera Categoría de Fútbol Aficionado. Este deporte en Caspe lleva el camino de la desaparición.