Club Deportivo Caspe
 

Temporada 1953/54


Si trabajoso y peliagudo es reunir los datos que completen una competición, en el caso que nos ocupa va a resultar de una paciencia infinita con el agravante de la falta de éxito. La Federación Aragonesa de Fútbol no empieza a guardar archivo deportivo hasta la temporada 1954-55 y tan sólo la clasificación que cierra el campeonato, esto es, sin ningún resultado parcial para atestiguar los guarismos recogidos en la tabla final. Ante este penoso inconveniente hemos de acudir a informaciones periodísticas carentes de exactitud en algunas ocasiones, bien sea por error en la impresión o en la comunicación desde el lugar donde se produce la noticia a la redacción del periódico, rigor requerido y exigido por las matemáticas cuando es preciso demostrar que dos y dos no son cinco. Imponderables que retrasan el ritmo de trabajo y obligan a fijar el término de la investigación en la ausencia de nuevos datos que corroboren o desmientan los ya recopilados una vez comprobada la totalidad de fuentes posibles.

El C.D. Caspe está presidido por el señor Navarro en su segundo año de mandato, que cuenta con los siguientes miembros en la directiva:

Presidente: Don Manuel Navarro García.
Vicepresidente: Don Eduardo Muros Ruiz.
Tesorero: Don Vicente Sisó Places.
Secretario: Don Alfredo Catalán Luna.
Vocal-entrenador: Don Joaquín Martín Pastor.
Vocales: Don Bautista Escuin Ricart y don José Sanz Gómez.

Los jugadores siguen viajando en "la rubia" y el equipo, fatigosamente, va eludiendo los tiempos difíciles que le toca sufrir, si bien se empiezan a abrir las fronteras para contratar los primeros fichajes de los últimos años (Serapio, Cosme...), pero los resultados deportivos van a ser decepcionantes a excepción de los logrados en el campeonato de aficionados donde el Caspe juega cuatro eliminatorias y llega hasta semifinales contraponiendo el papel realizado en la Liga.

Los representantes aragoneses en Tercera División están divididos en dos grupos. En el segundo, Huesca, Binéfar y Numancia, y en el tercero, Calatayud, Amistad y Arenas; el Universitario, cuarto inscrito en este grupo, renuncia tras su disolución. En él juega los dos últimos años Florencio Repollés, pasando a defender los colores del Cariñena en Primera Regional. Esta categoría varía el número de equipos ampliando a dieciséis los siete con los que contaba la temporada anterior, reforma que posibilita disputar una competición más larga y completa pero, por contra, incluye conjuntos de poca calidad y menos formalidad. Como nota curiosa mencionar la remuneración que pide un jugador por renovar su ficha: tres carros de paja.

Para el Club Deportivo Caspe la campaña resulta tediosa e insulsa, con una paupérrima estadística que le relega a la antepenúltima posición, una vez acabada la Liga. Las cosas ya no empiezan bien. El primer día cede un punto en casa con el Barbastro (equipo que cerrará tabla al final de la Liga) y sufre la sanción de tres partidos a su jugador Antonio Gavín. La segunda jornada no es mejor, pierde frente al Hernán Cortés con arbitraje de Lacambra, siendo expulsado Pueyo que verá los dos partidos siguientes desde la grada. Las jornadas quinta y sexta reflejan la mejor clasificación caspolina, que irá rebajando poco a poco hasta ocupar lugares irrelevantes. Resultados negativos que contrastan con los obtenidos en el Campeonato de Aficionados.

La Copa de Aficionados se juega haciendo un paréntesis en la Liga, ocupa los meses de febrero y marzo disputándose por eliminatorias. En las dos primeras, el C.D. Caspe deja en la cuneta a Escatrón y Mequinenza. En tercera ronda se enfrenta con el Jaca a quien elimina en partido único jugado en Zuera. Ya en semifinales, no puede redondear faena al salir ampliamente goleado por la Montañanesa, líder también en el torneo liguero que vuelve en el mes de abril, no aportando ningún cambio digno de mención para el once caspolino.

Este año se cierra un ciclo que empezó en la 46/47 con el Olímpico en todo su apogeo. La consecución del campo de deportes, los primeros fichajes y el hundimiento económico posterior con la consiguiente repercusión en el terreno deportivo (el equipo estuvo tres años sin levantar cabeza) fueron los principales hitos de un período que concluye. No es que las cosas vayan a cambiar rotundamente a partir de ahora, pero se notará a medio plazo una suave variación en el sentido de la marcha secundada por una nueva generación de futbolistas.

Paralelamente se disputa en la comarca un torneo de Segunda Regional entre los siguientes equipos: Fabara, Escatrón, Maella y Mequinenza, y en Caspe el Frente de Juventudes sigue adelante con sus liguillas locales de peñas.


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